Día 1: Oremos: Señor, guarda a nuestra ciudad del mal. “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Amén.” (Mateo 6:13)

Día 2: Oremos: Señor, concede paz a nuestra ciudad. “Procuren el bienestar de la ciudad… Rueguen por ella al SEÑOR, porque en su bienestar tendrán ustedes bienestar” (Jeremías 29:7)

Día 3: Oremos: Señor, concede gracias y sabiduría a nuestras autoridades civiles para que hagan lo correcto. “Por esto exhorto, ante todo, que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que llevemos una vida tranquila y reposada en toda piedad y dignidad.” (1
Timoteo 2:1, 2)

Día 4: Oremos: Señor, levanta líderes espirituales de influencia en nuestra ciudad. “En cualquier ciudad o aldea donde entren, averigüen quién en ella sea digno y quédense allí hasta que salgan. Al entrar en la casa, salúdenla. Si la casa es digna, venga la paz de ustedes sobre ella.” (Mateo 10:11–13)

Día 5: Oremos: Señor, levanta mucho pueblo de Dios en nuestra ciudad. “Entonces el Señor dijo a Pablo de noche, por medio de una visión: “No temas, sino habla y no calles; porque yo estoy contigo, y nadie pondrá la mano sobre ti para hacerte mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad”.” (Hechos 18:9, 10)

Día Domingo: Por favor, tome tiempo para presentar estos motivos ante la congregación y diríjalos en un tiempo de oración corporativa en sus clases de Escuela Dominical y servicio de adoración.